miércoles, 19 de agosto de 2015

DE LO MÍO, DE LO TUYO Y DE LO NUESTRO







Desde el inicio de la publicación de este blog le he asignado el nombre de Ágora, porque así denominaban los antiguos griegos a las plazas de las ciudades a donde acudían los ciudadanos para hablar de los asuntos públicos, escuchar a los filósofos y debatir entre ellos. En Atenas, hace algo más de 2.500 años, se creó un modelo de participación política, la Democracia, en el que los ciudadanos elegían a sus representantes para gobernar la ciudad, elaborar sus leyes y designar los tribunales de justicia, llegando a alcanzar un gran desarrollo en el campo de las ciencias, las artes y la cultura que es la base de nuestra civilización.

La fotografía de cabecera es, por ese motivo, del actual parlamento griego, en la Plaza Sintagma, con un pequeño grupo de personas expectantes. En los últimos tiempos, el país heleno ha sido el foco de atención mundial pues en 2010 el Estado no pudo garantizar el pago de la deuda que habían contraído una serie de políticos irresponsables en connivencia con políticas financieras netamente neoliberales. Los representantes de la llamada “troika”de los acreedores - el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión europea- impusieron la aceptación de nueva deuda a un país insolvente, como si no lo fuera, hundiéndolo aun más en una tremenda crisis económica y social. Por eso los ciudadanos dieron su apoyo en las urnas a Syriza, nuevo partido que llevaba un programa contra la austeridad, los recortes sociales y las privatizaciones.

Escribe Ignacio Ramonet, en Le Monde diplomatique de este mes de agosto, que solo en las películas de terror se ven escenas tan sádicas como la humillación a que ha sido sometido el nuevo primer ministro griego el pasado 13 de julio, cuando ante la canciller alemana Merkel, se vió obligado a renunciar al programa de liberación por el que fue elegido y refrendado por la ciudadanía bajo la amenza de cerrar todos los bancos y dejar sin recursos a los griegos. Las nuevas condiciones de privatizaciónes, recortes de pensiones y salarios y otras serie de medidas impuestas a las clases medias y bajas han sido calificadas por el diario alemán Der Spiegel como “ un catálogo de horrores” y el exministro de Finanzas Yanis Varoufakis manifestó en un artículo periodístico que “Su único objetivo era humillarnos”.Es, ni más ni menos, que el fin de la soberanía de un pueblo además de un claro mensaje para el resto de los países europeos de que no habrá otra alternativa que las políticas que están imponiendo.




ALEMANIA DE NUEVO

Porque es un problema político, no económico. Igual que en 1923, cuando Alemania fue elegida por el poder financiero para terminar con las democracias europeas ante el auge del comunismo, ahora se trata de finiquitar el sistema creado al final de la Segunda Guerra Mundial para oponerse a los países del bloque comunista, ya inexistente, e implantar un sistema liberal puro. El fin del estado social creado por los partidos socialdemócratas, hoy socioliberales, financiados por el Plan Marshall.

Amparados en la deslocalización empresarial que ha generado millones de parados en todo Europa, se reducen los salarios, se modifican las leyes laborales que protegen los derechos de los trabajadores, se reducen las ayudas sociales , las pensiones... y sobre todo se apropian de las empresas y bienes del Estado  creados con el dinero de todos. Se trata, en fin, de una nueva plutocracia, en la que las constituciones de cada país se han quedado en mera literatura y los gobiernos en simples títeres "al diktado de Alemania".


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