( Foto López Tuñas) |
La
Naturaleza ha sido desde los tiempos más antiguos motivo de
adoración para el ser humano. En las religiones primitivas ocupaba
un lugar primordial de culto y aun hoy constituye el mayor disfrute
para los sentidos. Galicia es pródiga en paisajes y lugares
paradisíacos. Nuestras playas se encuentran entre las más bellas
del planeta, por eso visitar A Frouxeira es todo un placer.
Nadie
puede quedar indiferente ante el enorme arenal de tres mil quinientos
metros de largo coronado por un sistema dunar móvil y una inmensa
laguna fluvial de aguas claras, de mil setecientos metros de longitud
y cincuenta de ancho, en la que conviven multitud de especies de aves
y peces que constituyen la más variada fauna de los humedales. El
entorno está muy cuidado por las distintas administraciones públicas
que se esfuerzan en mantener impecable este hermoso espacio natural.
Ese
día varios pintores (plural genérico) se esmeraban en reproducir en
sus lienzos esta maravilla. Una de ellas, la de la foto, comentó
que el Concello de Valdoviño había convocado un concurso de
pintura y que los cuadros que no resultaran ganadores podrían ser
adquiridos en la Casa de la Cultura. Interesante iniciativa porque
servía también como complemento al paseo admirando los visitantes
como los artistas reproducían en sus lienzos, con distintintos
estilos, este milagro de la Naturaleza.
Con
el paso de los años, la fotografía ha ido substituyendo a la
pintura y como el arte de Picasso nunca ha sido una de mis
especialidades quiero dejar aquí un modesto recuerdo de esta visita
tan gratificante que me permito recomendar a los que deseen seguir
disfrutando de los maravillosos lugares que Galicia nos ofrece. Desde
luego la Playa de A Frouxeira ocupa un lugar preferente entre los
escogidos.
( J.M.L.T.) |